Sunday, November 27, 2011

Ataque Kamikaze de Corazones Incendiados



Manifiesto del ataque kamikaze de los corazones incendiados (Parte 1)



El arte no puede depender de intereses ajenos al placer de incendiar la mente y el corazón, para renacer en un mundo nuevo.

Esto no es una amenaza, no es una protesta, no es una demanda: esto es una reacción al retroceso cultural que el país está pasando, la rebeldía a la censura de las mentes (r)evolucionando, la negación a ceder más nuestra libertad al miedo social que nos consume lentamente.

Si nos arrancan los ojos, cantaremos; si nos cortan la lengua, bailaremos; si nos quitan un espacio cultural, haremos uno en la calle, esto es el instinto mutado a necesidad, nos expresaremos y haremos sentir que está en nosotros un corazón ardiendo. Debemos recurrir a la iniciativa propia, a buscar en otros sitios si queremos que nuestro arte fluya de verdad, que tire chispas por todos lados e incendie desde adentro al país.

El arte no dejará de fluir desde las entrañas, no se puede detener a la bestia que vive encerrada en nuestros pechos, pero no exigimos respuestas, motivos o explicaciones, exigimos un cambio y nosotros damos el paso para demostrar que reside en nosotros ese proceso, pero queremos que sepan, que están manchando una de las columnas que mantiene vivo este país: la cultura del arte.

Argumentaron hace poco que hay demasiados escritores y cineastas, pero ¿y los lectores y espectadores dónde están? Son dos respuestas a la falta de lectores y espectadores: los que saben de un movimiento artístico y no les interesa, y los que no saben un movimiento por tener una venda en los ojos. Los primeros no son tantos como se pensaría, pero los segundos son demasiados, siguen siendo alimentados con basura y no quieren salir de la comodidad de su enclaustro. En un mercado negro de cerebros fritos no tienen la disposición de apreciar algún evento porque simplemente no saben si existe ese evento. Esto se debe a que los medios de comunicación nos encierran en un círculo vicioso de basura, programación y eventos conceptualmente cuadrados, creemos que es lo único que hay y los consumimos, nos adaptamos a ellos, les damos ganancias y nos venden basura “mejorada” para nuestro consumo, donde exhiben al arte “aburrida” y para un cierto grupo cerrado de personas. Por ello, un espacio en el diario que diera cabida a la expresión, critica, debate, fomentación del endeble círculo artístico de la región es una pieza fundamental para la unión y retroalimentación.

El país necesita no sólo un cambio positivo, sino una erradicación total de todo mal que no sea filtrado por el arte.


No más vetar las expresiones en voz alta
No más elitismo en el arte
No más preferencia a nombres y apellidos
No más muerte a espacios culturales
No más peleas anteponiendo la palabra “arte”
No más desperdiciar corazones kamikazes por no compartir ortodoxas técnicas creativas
No más limitar a creadores

No agresión No insultos No violencia No vandalismo

Queremos arte, hagamos arte; queremos espacios culturales, hagamos espacios culturales, donde sea, en las calles, los parques, bares, azoteas, microbuses, playa: no busquemos promoción y publicidad que sólo manchará al arte.


Vamos a leer, bailar, cantar, debatir, proyectar.
Vamos a ladrar, derretir, incendiar, por y para el arte.

Si vamos a crear un mundo nuevo, no esperemos a que nos lo den sentados desde nuestros castillitos de redes sociales. Salgamos a las calles, ocupemos los espacios públicos, creemos nuevos proyectos de fomentación impresa/digital; reagrupémonos en encuentros, salgamos de la cotidianidad, de la creación mecanizada; volvamos esto una recreación, salgámonos de esos círculos empedernidos con las rancias/arcaicas creencias de arte.

Cada vez que una voz sea callada, diez más saldrán a la calle con la poesía, música, teatro colgado de los labios, para demostrar que el arte no le pertenece a las bestias corporativas, animales empresariales, que llenan nuestras casa de basura limpia vidrios, sino a nosotros, los corazones ardiendo en ataques kamikazes.


Jesús Gallegos "Mosca"
Colectivo Letras de Arena. 






















Intervención en el cruce de una de la avenidas más transitadas de la ciudad, donde repartimos copias del manifiesto y poemas del colectivo a los automovilistas.
Primer ataque.
El primero de muchos.

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